DETERMINANTES MACROECONÓMICOS DE LAS REMESAS EN AMÉRICA LATINA, PERIODO 2000-2020

América Latina es reconocida por ser una región exportadora de migrantes, ya que gran parte de sus países han atravesado una serie de conflictos debido a factores políticos, económicos y sociales, por lo que es considerada como una de las regiones más pobres. En ese contexto, el fenómeno migratorio ha generado una serie de efectos en los países de origen de los migrantes como pérdida de una proyección de desarrollo propio; aceptación de la superioridad de otros modelos económicos, llegada de remesas, conductas rentistas, cambios en las pautas de consumo, fuga de capacidades, rupturas familiares, culturales e intergeneracionales, y encadenamiento de otros procesos migratorios internos y fronterizos. La migración genera también efectos para el país receptor, ya que el migrante crea recursos que impactan en el producto interno bruto del país de destino, de la misma manera, incide en el mercado de trabajo y enriquece la diversidad cultural. La permanencia prolongada del migrante y la generación de nuevos núcleos familiares ocasionan la reducción en el envío de remesas y esto impacta en el bienestar de las familias receptoras. La alta incidencia migratoria ha ocasionado que las remesas representen importantes rubros para las naciones emisoras de migrantes. En ese sentido, las remesas se refieren a los recursos que son enviados por migrantes desde un país de origen hacia un país de destino. Constituyen porciones de resultados del trabajo de un individuo que labora en un país de acogida, que son enviadas a su nación de origen y son recibidas por su familia, siendo la base del hogar, generando un fenómeno importante dentro de la economía del país receptor, debido a la significancia y aporte que brinda este tipo de operaciones a la sociedad, generando efectos multiplicadores en la economía.